4ª Fase: 60 kg

Desde los 90 kg (inicio) - Faltan 9 kg

sábado, 13 de diciembre de 2008

Concurso literario

Bueno, esta entrada va dedicada a Cristalito, que me pidio que publicara por aqui el relato que he entregado para el concurso de Navidad de mi colegio. Os cuento las reglas del concurso:

-Debe empezar con "Como de costumbre, no le costo..."
-Debe llevar intercaladas las palabras: Simbolo, nitidez, brillante, tinaja e impavida.
-Debe acabar con "libre al fin y para siempre"

Como de costumbre, no le costó dormirse, el día había sido demasiado largo como para desperdiciar minutos de sueño. A esas horas, el frío que se colaba entre los cristales de las ventanas llegaba hasta su camastro y encontraba por donde llegarle hasta los huesos. De algún modo le recordaba las noches de invierno que pasaba con sus abuelos en Deauville cerca de Caen. Recordaba con gran nitidez las últimas navidades que había pasado allí; una bicicleta y unos calcetines por aquel entonces la habían parecido una birria de regalos, pero comparados con los regalos de Sarah, su mejor amiga, eran espectaculares. Acostumbrada a tener todo lo que quería, esa mísera bicicleta parecía una broma cruel de sus padres. Había llorado, pataleado… incluso se atrevió a gritarla a su abuela. El castigo fue peor: ¡tres días sin dulces!, menuda exageración.

Un lamento rompió el silencio, alguien se quejaba. Un latigazo en la pierna le recordó donde estaba, la herida tenía cada vez peor aspecto. Ya no estaba en casa, las escenas navideñas se habían convertido en oscuridad. Aun así no podía dejar de pensar, era como un martilleo continuo de preguntas sin respuesta en su cabeza; ¿Dónde estarían ahora sus abuelos? ¿y sus padres? Le preocupaba incluso aquel vecino pelirrojo que solía tirarle bolas de nieve a traición desde su bicicleta en invierno. Todos estaban presentes, pero solo en su cabeza. Otro pinchazo. Esa herida debía de estar infectada, sino ¿Por qué la dolía tanto? Acaso no había sido suficiente la penicilina que Aaron le había dado a través de la verja? Quería gritar, y con ello arrastrar todas las preguntas, todas las heridas, todos los camastros, todas las verjas y todos los soldados, sobre todo a ellos, quería que desaparecieran. Era lo único que importaba: perderles de vista, y lo iba a conseguir, pero no podía hacerlo sola, necesitaba ayuda.

Había planeado la fuga con Judith, Sarah y Dora. Al principio solo fue un entretenimiento, algo para pasar el tiempo, pero el hambre y la desesperación consiguieron convencerla de que aquella era la única forma de salir de aquel infierno. Judith debía conseguir las medicinas que Aaron había dicho, en su mayoría antibióticos. La fiebre iba a ser un problema si querían salir de allí, sobre todo porque cada vez subía más y más rápido. Pero podría soportarlo, estaba totalmente convencida de que el aire fresco y la libertad serían mejor que cualquier medicamento. Estaba decidido, al día siguiente huirían de allí.

El sol irrumpió por la ventana, un nuevo día, seguramente el último de muchos que había pasado en ese barracón. Salió como todas las mañanas al patio. Gritos, marchas, trabajo… eran el pan de cada día, y hoy no paraba de repetirse que pronto todo esto quedaría atrás. Vio a Judith cerca de las letrinas, y a Sarah en la puerta de su barracón ayudando a una anciana. Con un simple golpe en sus hombros quedaron avisadas de que esa noche escaparían. Cuando fue a avisar a Dora, sentada como siempre cerca de la verja exterior se dio cuenta de lo demacrada que estaba al tocarla en el hombro cerca del símbolo que demostraba su condición. Sus huesos eran palpables a través del abrigo dos tallas mayor, ¿Qué había sido de aquella chica tan alegre y activa? Ahora siempre estaba allí lamentándose por todo. Mucha gente decía que se había vuelto loca buscando en el horizonte a su familia, pero era la única que aún albergaba la esperanza de reencontrarse con ellos.

De vuelta a su cárcel después de una marcha intempestiva volvió a encontrarse con Sarah, traía la cara descompuesta, y era evidente que había estado llorando. En cuanto la tuvo a su lado supo lo que había pasado, no hicieron falta palabras, los ojos de Sarah eran demasiado expresivos como para poder ocultar algo así: Dora había muerto, de hambre, de difteria, de dolor… eso daba igual, lo importante es que no volvería a verla jamás y que lo que recordaría de ella seria su cara mirando a través de los alambres retorcidos del campo buscando a su familia. Discutieron toda la tarde, después de lo de Dora, los ánimos no eran los adecuados para una fuga desde el punto de vista de Judith, pero al final Sarah supo hacerle ver que cuanto antes lo hicieran antes dejarían de sentir y ver todo aquello que las rodeaba, y las marcaría de por vida.

Las nueve. Cambio de guardia en la entrada. Atarían a los perros, era el momento perfecto para que algo de movimiento por la explanada pasara inadvertido. Salieron a hurtadillas, como sombras bordearon todos los barracones del ala derecha hasta llegar a la parte más antigua de la verja. Después de tantos meses abriendo poco a poco aquel agujero y tapándolo, sabían perfectamente donde se encontraba, incluso sin luz. Arrastraron las cajas que lo ocultaban y salieron. Pero no podían pararse allí, debían darse prisa. Los soldados no tardarían en pasar por aquel sector, y si los perros descubrían su rastro, estaban perdidas. Después de unos instantes de confusión Judith fue la primera en salir corriendo. Habían decidido que correr sería la mejor forma de huir, mientras que no cruzaran por ningún camino transitado todo iría bien, pero no habían contado con su herida, ni con la fiebre. Ante esta situación Sarah la indicó que se apoyara en su hombro con un gesto compasivo.

- No es justo que tú te quedes aquí, al fin y al cabo, ha sido tu idea, y si no sale bien no tendré a quien para echarle la culpa. Ya sabes como es Judith va siempre por libre y no atiende a razones

Corrieron, durante horas, la herida cada vez le dolía más, y a cada paso se sentía más mareada y débil. No sabía como habían transcurrido las dos horas de viaje, sabía que habían avanzado por el cambio de paisaje, pero el dolor no la permitía ver más allá. Sintió como las fuerzas la abandonaban. Sarah y Judith cargaron durante un rato con ella, pero decidieron parar a descansar en un granero. A simple vista parecía abandonado, por lo que no resultaba una amenaza pasar allí la noche. Prepararon una cama improvisada de paja cerca de unas tinajas de barro. Pero era demasiado tarde, la fiebre era tan elevada que empezó a delirar, la realidad se mezclaba con sus pensamientos, incluso podía ver la casa de sus abuelos encima de la colina rodeada de cedros, tal y como ella la recordaba. De pronto una luz inundó la estancia, los brillantes rostros de sus padres la llamaban. E impávida, se sintió libre al fin y para siempre.

Espero que os haya gustado, no pretendia ser "navideño", como dije no quiero ganar. No quiero leerlo delante de todo el mundo. No quiero exponerme... supongo que por eso elegi el tema. Bueno, por eso y porque me interesa mucho la segunda guerra mundial... esa epoca es muy "literaria" para mi. ;)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

nena tu relato es bueno
muy bueno considerando que yo soy malisima para escribir me ecanto ..

y si la segunda guerra mundial
dejo un parteaguas para la literatura maravilloso cruda a fin de cuentas pero maravillosa igual..

Besos que estes bien

Jana-Johaprince dijo...

jaja bueno nena me hiciste recordar mis años del colegio a mi encantaban estos concursos aunque tampoco me gustaba exponerme a salir delante de todos,
pero te salio muyyyy buenoooooo asi no quieras pasar adelante ojala ganes
un abrazo bye

Candy dijo...

Creo que vas a tener que resignarte a leer en frente de todos tus compañeros, lo que acabo de leer parece ser una historia escrita por algun poeta o literario muy famoso!! Esta realmente hermoso!!

Beix! dijo...

joe, pos si no qieres ganar lo llevas claro, porq seguro q lo haces XD jajaj
q artistaza eres!


muuak!

Beix! dijo...

joe, pos si no qieres ganar lo llevas claro, porq seguro q lo haces XD jajaj
q artistaza eres!


muuak!

Alicia a través del Espejo dijo...

Wow, a mi me encantó, relatas muy bien, es más, creo que deberías extenderlo, me gustaría saber qué pasó con las demás chicas. Tienes talento. x) Es mi opinión sincera, cuídate mucho, besos!

*Cristalito* dijo...

Wo.... que.... realista??? que duro??? que... perfeco????

Me encanta como escribes, lo sabes de sobra. No se que buscaran en tu concurso, si lo que buscan es un texto navideño y repipi, no te preocupes, no vas a ganas, pero si lo buscan de verdad es algo bien esscrito y atendiendo a las normas que te han puesto... perdona que te diga pero lo llevas jodido :) jajaja porque dudo mucho que haya gente que escriba tan al detalle como tu, me ha gustado mucho, de verdad :)

Y lo del club antipixurrin... tia, no se merece tanto protagonismo!!! al fin y al cabo es lo que el quiere, pero lo del ACOC me parece que es una idea maravillosa, jajaja

Tia, por fin "he hecho" el examen de estadistica, y no he pasado del test, me han follado viva... jaja es que como era un parcial eliminatorio, te hacen un test, y si lo apruebas (mision imposible) te dejan hacer los problemas (lo que suele ser mas accesible) y como es obvio, me han follado viva en el test... pobre yo!!!

Bueno, a ver que dia de estas vacaciones quedamos y vamos a tomar algo :) donde te apetece??? a un centro comercial que hace mucho frio porfi!!! jejeje te gusta principe pio????

Un besito mi preciosa!!!

Pd: me senti especial leyendo que me dedicabas la entrada, jeje

FIN DEL BLOG,

volved pronto, os quiero!

Si alguien sabe como poner tres columnas en el blog sin cambiar de plantilla que me lo diga que me estoy volviendo loca... Antes se podia ¿por que ahora no? sniff...
Gracias a todas por leerme, aqui se acaba mi blog, comentadme en la ultima entrada que haya escrito, es la primera del blog ;)